¿TAN MAL VAN LAS VENTAS?
¿Es, de verdad, necesario que, a estas alturas de su carrera, Enrique Vila-Matas se preste a este tipo de fotos? Un poco de dignidad, don Enrique. Piense que tal como está hoy la novela en...
View ArticleALFAGUARA TRADUCIDA
El pasado día 6 de marzo, en la página de la editorial Alfaguara, presumían (aquí) de que” dos novelas ganadoras del Premio Alfaguara, El ruido de las cosas al caer de Juan Gabriel Vásquez (Premio...
View ArticleALTA LITERATURA
¿Qué pasa si digo la verdad? ¿Qué ocurre si cuento que no he podido terminar El mal de Montano de Enrique Vila-Matas (Anagrama, 2002; Seix Barral, 2012)? ¿En qué hoguera se me va a quemar si manifiesto...
View Article¿CÓMO DIFERENCIAR LA LITERATURA DE CALIDAD?
A lo largo de los últimos meses hemos recibido 453,21 cartas pidiéndo un criterio para diferenciar la buena literatura de la mala, la de calidad de la de consumo. Además ha sido detectado cierto...
View ArticleENRIQUE VILA-MATAS NOS HA LLAMADO BORREGAS
Ya estoy cansada. Me encuentro en ICON ( la publicación para los machotes modernos de EL PAÍS) un artículo del escritor Miqui Otero que…. - Oye, Margaret ¿este Miqui no es el mismo gordito que...
View ArticleAMÉN
Nuestra brutal independencia e innegociable objetividad nos obliga, mal que nos pese, a reconocer los aciertos del enemigo. Reproducimos por ello este magnífico artículo de don Enrique Vila-Matas que...
View ArticleOPERACION PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2014. 1º capítulo
1º capítulo Cuando un presidente del Gobierno llamó a su ministro de Educación (y cultura) para encomendarle una difícil y peligrosa misión. - Perdona, José Ignacio. ¿Has esperado mucho? -Nada,...
View ArticleOPERACIÓN PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2014. 2º capítulo
2º capítulo Cuando el señor ministro se creyó que lo que se publica en EL CULTURAL es verdad y que los agentes culturales españoles tienen mano en Estocolmo. Ya en su coche oficial, en el camino de...
View ArticleOPERACIÓN PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2014. 3º capítulo
3º capítulo Cuando el señor ministro, en su desesperación, se puso en manos de una americana con pinta de espía que no conocía de nada. El pobre José Ignacio casi no había pegado ojo. A pesar del...
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